Conmociones cerebrales en el fútbol americano

El problema de la conmoción cerebral en el fútbol americano ha sido un tema de discusión durante mucho tiempo. Ha sido un problema durante todo el tiempo en donde se ha jugado al fútbol americano, ​​pero solo ha salido a la luz en las últimas décadas debido a la investigación moderna sobre el tema. ¿Hay una solución que resuelva completamente el problema? Eso es desconocido.

Para entender el problema, se debe definir la palabra “conmoción cerebral”. Según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades, una conmoción cerebral se puede definir como “una forma leve de lesión cerebral traumática (TBI) causada por un golpe, golpe o sacudida en la cabeza”. Esto ocurre cuando nuestro cráneo deja de moverse pero nuestro cerebro no lo hace, lo que hace que golpee hacia adelante y hacia atrás entre las paredes de nuestros cráneos. Nuestros cerebros contienen miles de millones de neuronas que conducen impulsos eléctricos que le dicen a nuestro cuerpo qué hacer. Cuando el cerebro se golpea de un lado a otro, estas neuronas tiemblan y pueden romperse, que es lo que causa una conmoción cerebral. Estas golpes desconectan las neuronas entre sí, lo que dificulta que el cerebro envíe mensajes al resto del cuerpo. Según un estudio realizado por la Universidad de Salud de Utah, los efectos a corto plazo de una conmoción cerebral incluyen dolores de cabeza, mareos, fatiga, visión borrosa, náuseas entre otras cosas más. Los efectos a largo plazo pueden incluir pérdida de memoria, falta de sueño, depresión, falta de sabor u olfato, y más. La mayoría de las personas no querrían que les sucedan estas cosas.

Entonces, ¿cuáles son las soluciones? Una cosa que mucha gente ha mencionado es implementar nuevos cascos para el juego. Empresas como VICIS han tomado medidas en sus propias manos para resolver el problema. Afirman haber fabricado un casco diseñado para doblar y absorber el impacto de un golpe, lo que hace que la cabeza y el área del cerebro sean menos susceptibles al daño. Muchas otras compañías deportivas también se han subido a este tren de fabricación de cascos nuevos y mejorados.

Sin embargo, esta información puede ser engañosa. De acuerdo con Edward E. Swartz de Vice “Si [los jugadores] están mental o psicológicamente convencidos de que el casco que usan es el mejor casco que existe, pueden ser incluso menos cuidadosos porque piensan que están más protegidos”. Lo que esto significa es que muchos jugadores creerán que son invencibles y que ya no pueden recibir una lesión en la cabeza debido a sus nuevos cascos, lo que hace que jueguen de una manera más temeraria. Esto lo haría aún más peligroso para ellos. “Se puede golpear la cabeza contra algo y no duele, pero el problema es que el cerebro todavía está dando vueltas”. Esto trae de vuelta el punto original de la lente científica de STEM, también conocida como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (por sus siglas en inglés). Como se mencionó anteriormente, durante una conmoción cerebral, el cráneo no se mueve mientras que el cerebro sí lo está, lo que hace que el cerebro se mueva de un lado a otro entre el cráneo, causando daños. Cuando un jugador es golpeado, el casco puede limitar la cantidad de daño a la cabeza, pero no puede detenerlo por completo. Debido a esto, no hay absolutamente ninguna forma de detener el movimiento del cerebro dentro de la cabeza, lo que hace que los nuevos cascos de “seguridad” como el casco ZERO1 sean prácticamente inútiles. Múltiples fuentes respaldan esta afirmación. Según Los Angeles Times, “Algunas investigaciones han concluido que un casco bien diseñado y bien ajustado puede reducir el riesgo de conmoción cerebral, pero ningún casco, a menos que se invente uno que pueda insertarse directamente en el cráneo, puede prevenir la conmoción cerebral. Más relleno y nuevos materiales pueden suavizar los golpes, pero nada en el exterior de la cabeza de un jugador puede evitar que un cerebro se mueva y golpee contra el cráneo después de un golpe violento o rebote en el césped duro “. Una vez más, Usha Lee McFarling aseguró la idea de que los nuevos cascos pueden reducir el impacto, pero no detenerlos por completo. La idea principal es que, aunque muchos creen que mejores cascos reducirán las conmociones cerebrales, la investigación presenta lo contrario.

Si la implementación de nuevos cascos está fuera de la escena, el cambio de reglas es la opción más viable disponible. Recientemente, el condado de Suffolk ha implementado la “regla de Tommy Tough” en el fútbol americano de secundaria. La regla limita diferentes tipos de golpes con o al casco de otro jugador para limitar la lesión cerebral. Se aplicarán sanciones si se produce algún contacto con la cabeza. Antes de todos los juegos, los árbitros deben leer la siguiente declaración a ambos equipos antes del juego: “En un esfuerzo por minimizar los riesgos para usted y su oponente, los cascos no deben considerarse armas y no deben usarse como armas. Los cascos no se deben usar intencionalmente para iniciar un contacto ilegal con el casco contra un oponente, como lanzas, ataques, bloqueo de culatas y enfrentamientos faciales”. Además de las reglas, el procedimiento para manejar las conmociones cerebrales también se ha vuelto más estricto. Después de recibir una conmoción cerebral, el atleta será retirado inmediatamente de todas las actividades físicas, será evaluado por un médico de cabecera, se le notificará al director de atletismo sobre la lesión y tendrá una autorización completa para poder volver a las actividades físicas.

Las reglas en la NFL también han cambiado para combatir el problema con las lesiones cerebrales. La NFL cambió la ubicación de la pelota de la línea de 20 a 25 yardas después de un touchback para desalentar sacar la pelota de la zona final. Se han hecho más rudos los llamados de los transeúntes para proteger a los quarterbacks de las lesiones. El contacto de casco a casco es una penalización. Aunque a algunos les gusten estos cambios, muchos fanáticos no están a favor de ellos, ya que creen que estas llamadas hacen que el juego sea menos interesante. Esto lleva a la pregunta; ¿Alguna vez habrá una solución al problema de conmoción cerebral en el fútbol americano?